¿Dudando de visitar el reino de Siam? Aquí tienes 9 razones para viajar a Tailandia y descubrir por qué venir al sudeste asiático es una experiencia única.
Venir al sudeste asiático y especialmente a Tailandia, es una experiencia bastante única para los viajeros que no han pisado nunca Asia. Eso no lo decimos nosotros, sino los mismos viajeros que una vez terminado su aventura vuelven a casa cargados de anécdotas y buenos recuerdos. Razones para viajar a Tailandia hay muchas, pero nosotros hemos seleccionado 9 en particular que consiguen enamorar a los visitantes que se acercan hasta Bangkok, Chiang Mai, Phuket o cualquier otro punto del reino de Siam.
Cuando uno termina de pasarse un año trabajando en su ciudad, atrapado en una vida rutinaria que le consume, un viaje a Tailandia es como medicina para su alma que repara todo ese estrés y le recuerda que hay un mundo totalmente distinto más allá de su “statu quo”.
9 – Su comida te llegará al alma
Es probable que hayas oído hablar del pad thai, curry verde e incluso hayas probado algún que otro plato tailandés, pero no hay nada como degustar la auténtica comida thai en su tierra natal. Los platos sureños tienden a ser salados y picantes. En el centro, los arroces fritos acompañados de carne o pescado son los reyes de Bangkok, mientras que en el norte la comida es más suave y se estilan más las sopas de noddels con carne o verduras. En realidad, todo el país goza de una gastronomía increíble, que bien seguro enamorará a nuestro estómago.
8 – Festivales que te muestran su cultura
Los festivales que se celebran en Tailandia están directamente conectados a su cultura y raíces, mostrándonos en cada uno de ellos sus costumbres antiguas propias del reino de Siam. Para el viajero, presenciar alguno de ellos es vivir en primera persona un espectáculo que rebosa historia y tradición local, además de tener casi siempre una gran conexión con su religión budista. Algunos de los más populares son Loy Kratong que inunda el cielo de Chaing Mai con cientos de linternas voladoras, Songkran que sumerge el país en una divertida guerra de agua, o el festival vegetariano que se celebra en la isla de Phuket.
7 – Viajar a Tailandia significa ver templos
Según la Oficina nacional del Budismo, en Tailandia hay más de 40.000 templos budistas repartidos por toda la nación. Es imposible verlos todos, pero podemos pasar por los más importantes como el Wat Phra Kaew, Wat Arun y Wat Pho en Bangkok, el Wat Chedi Luang, Wat Phrasing y Wat Doi Suthep en Chiang Mai, el templo blanco de Chaing Rai, el Wat Chaiwatthanaram en Ayutthaya o el Big Buda de Phuket. Quien desee conocer el budismo de Tailandia, puede empezar visitando estos santuarios que inspiran y atraen a los viajeros, despertando su curiosidad por esta religón oriental.
6 – Comprar gangas en sus mercados se vuelve adictivo
Estés donde estés en Tailandia, siempre tienes un mercadillo cerca de ti, donde comprar cientos de artículos que van desde ropa de moda a productos exóticos, pasando por recuerdos que llevarnos de vuelta a casa. Visitar un mercado en Tailandia es una experiencia fascinante, que se vuelve adictiva a medida que encontramos gangas increíbles y productos de artesanía que jamás habíamos visto, a precios realmente buenos. A los tailandeses les gusta hacer vida en la calle y los mercadillos son una muestra de ellos. Allí podemos ver cómo los locales pasan el día comiendo y paseando por los puestos callejeros, ya sea de día o de noche.
5 – Dormir en resorts de ensueño a buen precio
Las islas y zonas costeras del sur, disponen de geniales resorts donde ser tratados a cuerpo de rey por precios relativamente asequibles. En el norte o centro de Tailandia, los viajeros acostumbran más a ir en guest house sencillos u hoteles de 3 estrellas, pero si finalizamos nuestro recorrido por el sur de Tailandia, cosa que es lo más recomendable, sería el momento de coger un buen resort para acabar nuestras vacaciones relajándonos en uno de estos idílicos alojamientos. La mejor manera de hacerse con un buen resort, es reservándolo por internet desde la comodidad de nuestro hogar y que nos reciban con los brazos abiertos una vez lleguemos a nuestro destino.
4 – Solamente su fruta ya es medicina para tu cuerpo
La fruta tropical cargada de vitaminas es el jugo de la juventud en Tailandia, un producto nacional que podemos encontrar en cualquiera de sus mercadillos a precios realmente bajos. No se puede venir al reino de Sima y olvidarse de comer la rica piña recién cultivada, mangos frescos, Jack fruit, degustar el peculiar dúrian, o comprar una bolsa de lichis. Además, la mayoría de los hoteles y restaurantes tienen como postre un gran surtido de frutos frescos que se fundirán en nuestra boca mientras liberan su sabroso jugo natural.
3 – Viajar a Tailandia a por un masaje
La técnica del masaje tailandés, es reconocida mundialmente como una terapia curativa que precisa de un severo aprendizaje para saber hacerla y rejuvenecer a la persona que la recibe. El templo Wat Pho de Bangkok se considera la cuna del nacimiento del masaje tailandés y su aprendizaje se extendió por el resto de la nación, dejando a muchos buenos terapeutas que hoy en día se encuentran trabajando en balnearios y spas repartidos por el reino. Por precios inferiores a los 400 bahts, hoy en día podemos recibir un masaje de estos y notar en nuestro propio cuerpo las virtudes que tiene esta práctica. ¡Viajar a Tailandia también significa darse un buen masaje!
2 – Sus playas te obligarán a relajarte
Tailandia dispone de cientos de playas preciosas, que son uno de los reclamos turísticos más importantes del reino de Siam. Muchos las consideran las mejores del mundo y son un auténtico paraíso para los amantes de la arena blanca, aguas azul turquesa y verdes cocoteros que nos regalan su parecida y fresca sombra. Las áreas de Krabi, Phuket, Koh Tao o Koh Samui, son los puntos más populares para descubrir este paraíso natural y observar sus acantilados de gigantescas piedras calizas recubiertos de vegetación tropical como hacen equilibrios sobre el mar.
1 – ¿Cansado de playas? ¡Viaja a Tailandia por sus montañas!
La palabra Tailandia, nos trae siempre en mente una imagen de esas playas idílicas que son todo un icono del país, pero en el norte de esta nación del sudeste asiático hay grandes montañas repletas de flora y fauna, que son un genial sitio para escaparnos después de unos agobiantes días de visita en Bangkok, o una vez ya estamos hartos de tostarnos en sus costas sureñas. Chiang Mai y especialmente Chiang Rai, nos brindan la opción de conocer los montes más vírgenes del reino de Siam, pudiendo subir incluso al gran Doi Inthanon que es el punto más alto de Tailandia.