¿No sabes que ver en Mae Hong Son y visitar? Descubre todo lo que tiene por ofrecer esta provincial del norte de Tailandia. ¡Ven a recorrer el sudeste asiático con nosotros!
Este encantador rincón del norte de Tailandia, es una de las ciudades más idílicas de la región, anclada en su propia provincia repleta de verdes montañas y parques naturales increíbles. Entonces, ¿Qué ver en Mae Hong Son y visitar? Aquí encontrarás una mezcla entre la cultura local tailandesa, la influencia Birmana que traspasa la frontera de Myanmar y las tribus locales de la montaña que llegaron hace cientos de años desde China.
Aparte de una cultura única que no se encuentra en ninguna otra región del reino de Siam, Mae Hong Son tiene mucho que ofrecer. Los mercados locales con especialidades singulares de la región, paisajes idílicos que nos dejarán sin aliento, actividades al aire libre, cuevas donde relajarse, cascadas para refrescarse y carreteras de montaña que nos llevarán a sitios inimaginables.
¿Qué ver en Mae Hong Son?
Templos y santuarios de influencia birmana
En toda la provincia de Mae Hong Son, los templos tienen una arquitectura diferente al resto de Tailandia y que es fácilmente apreciable por los viajeros que llegan hasta aquí.
Nada más llegar se puede observar que los santuarios tienen formas diferentes, figuras mitológicas similares a las de Tailandia y las figuras de buda no son exactamente iguales que en las provincias colindantes.
Algunos de los más interesantes son el Wat Phra That Doi Kong Mu, situado en lo alto de una colina desde la cual se puede observar todo el valle, el Wat Jong Kham y el Wat Jong Klang, ubicados junto al lago Jong Kham. Estos dos últimos se destacan por una arquitectura de madera de teca, adornados con filigranas metálicas y sus serenos reflejos en el lago de enfrente, crean una estampa perfecta para fotografiar la ciudad.
Centro ciudad
Oficialmente llamada ciudad de Mae Hong Son, aunque nosotros muchas veces nos referimos a ella como pueblo debido a su pequeña envergadura, es la capital de provincia y centro de sus visitantes. Aquí podrás observar la vida local de sus ciudadanos, cómo realizan sus tareas diarias y viven en paz y armonía por sus calles.
La villa se anima de noche, cuando los mercadillos se llenan de artesanos y campesinos locales, que viven repartidos por las montañas, bajando a vender sus productos o cocinar especialidades para vender como cena a los visitantes. Pasear por las calles de Mae Hong Son es descubrir una ciudad que aún conserva su autenticidad y donde cada rincón guarda una historia por contar.
Montañas y poblados de Mae Hong Son
Una de las actividades más interesantes bajo nuestro punto de vista, es alquilar una moto y con el Google Maps salir a recorrer los alrededores de la región. Una enmarañada red de carreteras secundarias recorren las laderas de las montañas de Mae Hong Son hasta llegar a sus puntos más altos o zonas remotas.
De esta manera se puede llegar a los poblados tribales y asentamientos de antiguos inmigrantes chinos que vinieron a vivir a la región. Todos ellos conservan sus peculiaridades y especialidades, que no dudarán de ofrecerlas a los viajeros que se acerquen hasta su poblado.
Visitar las tribus del norte de Tailandia es una experiencia única que no deberíamos perdernos en nuestro viaje, además de una oportunidad para conocer los diferentes poblados étnicos que habitan las montañas de Mae Hong Son.
Cascadas, cuevas y parques naturales
¿Te gusta la naturaleza y no sabes que ver en Mae Hong Son? Aquí encontrarás varios parques naturales que albergan cascadas impresionantes, cuevas con leyendas antiguas y parajes verdes impresionantes. La primera cueva al norte de la ciudad es «Fish Cave», donde en su interior observarás un estanque con peces que podrás alimentar.
Si el calor aprieta, puedes darte un baño en la cascada Pha Sau, donde su piscina de aguas cristalinas y su frondoso bosque te dará la bienvenida. El lago de Pang Oung, con su atmósfera serena y paisajes montañosos, es otro lugar imperdible, especialmente si lo visitas entre noviembre y abril, cuando el clima es perfecto para explorar al aire libre.