Descubre con nosotros la Pagoda Shwedagon en Yangon, uno de los símbolos más destacados de esta ciudad de Myanmar, la antigua capital de Birmania.
Ninguna visita está completa a Myanmar, sin pasar a visitar la pagoda Shwedagon en Yangon. Esta es la pagoda más sagrada de la antigua Birmania, alzándose con orgullo en la cima de la colina de Singuttara, entre el Parque del Pueblo y al Lago Kandawgyi.
Una gigante pagoda dorada de más de 2.500 años de antigüedad, que todo ciudadano de esta nación del sudeste asiático sueña con venir a visitar una vez en la vida y ver con sus propios ojos el sitio budista más sagrado del país.
Los rayos del sol relucen e iluminan las cientos de placas de pan de oro incrustadas en su estructura y los diamantes de diferentes tamaños y quilates, que conforman este lugar como una de los sitios de culto más espectaculares del mundo religioso.
Un poco de historia sobre la Pagoda Shwedagon en Yangon
La leyenda cuenta que la pagoda albergó a Buda durante cierto tiempo y en la actualidad se conservan algunas reliquias sagradas como parte de su pelo. La cúpula de la pagoda Shwedagon se eleva casi 100 metros sobre la colina y, aunque es muy antigua, ha tenido que ser reparada varias veces debido a los terremotos, incendios y conquistas militares que la dañaron hace mucho tiempo atrás.
Una buena manera de colaborar con su mantenimiento y al mismo tiempo conocer algo más sobre su historia, es contratar alguno de los guías locales voluntarios que se encuentran en la entrada del pabellón principal. Por unos 5 o 10 dólares, un amable guía con un inglés muy básico y fácil de entender, nos acompañará por el sagrado recinto al mismo tiempo que nos cuenta interesantes detalles sobre el lugar.
Como en todos los templos religiosos budistas, hay que quitarse los zapatos antes de entrar por cualquiera de las 4 entradas que nos dan acceso al lugar.
Al acercarnos hasta los alrededores del templo, iremos viendo como incrementa la presencia de animados vendedores de flores y otras ofrendas budistas, que los mismos visitantes y monjes locales no dudan en comprar, para una vez en el interior realizar sus oraciones y ofrecer dichos regalos a las sagradas estatuas budistas.
Todo ello a cambio de un poco de paz espiritual, salud y suerte en sus vidas que les lleve hacia el nirvana.
Información básica sobre el templo
El acceso a la Pagoda Shwedagon no es libre y hay que abonar el precio de la entrada, que es de 8,000 kyat (unos 7€). Tras pagar la entrada, recibiremos nuestro tiquete, además de un mapa del sitio con información detallada sobre cada uno de los templos que se alzan dentro del lugar.
Hay que tener en cuenta que estamos en un templo, por tanto, hombres y mujeres debemos vestir con decoro, ocultando nuestros hombros y las mujeres, además, cubriendo también sus rodillas. También es recomendable intentar pasar desapercibidos entre los locales como si fuéramos uno más, evitando alzar la voz, ya que hay gente a nuestro alrededor meditando y rezando.
¿Cuándo debería visitar la Pagoda Shwedagon en Yangon?
El templo abre a las 4 de la madrugada y cierra las 22 horas. Muchos fotógrafos acuden cerca de esos momentos, para poder fotografiar el sitio semidesértico durante la noche, además de esperar el amanecer para sacar increíbles instantáneas. Muchos viajeros visitan el sitio durante las 8 o 9 de la mañana, ya que el sol no ha empezado todavía a caer con fuerza y se puede pasear sin tener miedo al calor sofocante.
Durante el mediodía el calor y el sol es demasiado intenso, por lo que se recomienda posponer nuestra visita si nos levantamos a deshoras, e intentar ir durante la tarde, justo antes de que anochezca, ya que la temperatura bajan un poco y se puede observar la como la silueta de la pagoda recorta en la puesta de sol.
Cómo llegar a Pagoda Shwedagon en Yangon
Llegar hasta la pagoda Shwedagon no es demasiado complicado si nos encontramos en el centro de Yangon. Tenemos un mapa en la mano, una botella de agua fresca y ganas de andar unos 30 minutos. Para quienes deseen ir descubriendo la ciudad y ver el día a día de las calles y su gente, un paseo hasta el templo es la mejor opción, además de ser gratis.
La manera más cómoda de ir hasta dicho templo, es pedir a un taxi que nos acerque hasta las puertas del sitio. Al ser un lugar tan emblemático de esta ciudad de Myanmar, con solo decirle el nombre de la pagoda al taxista, él mismo nos llevará hasta el lugar a cambio de unos pocos Kyats birmanos.
Como siempre, a la hora de buscar un taxi hay que alejarse un poco de las zonas turísticas e interceptar a un vehículo que ya esté en marcha un par de calles más abajo, está sana costumbre nos aumentará las nuestras posibilidades de encontrar un taxista honrado que nos lleve a nuestro destino por un precio justo.
