El mercado flotante de Damnoen Saduak, es una de las atracciones más carismáticas del centro de Tailandia, muy cerca de Bangkok.
Tailandia está repleta de mercados flotantes cargados de encanto y belleza donde el viajero podrá sacar sus mejores fotos. De todos los mercados flotantes, Damnoen Saduak es sin duda el mayor y más conocido entre los turistas tailandeses y extranjeros. De mercados flotantes genuinos son pocos y distantes entre sí, por lo que vale la pena acercarse a uno de ellos y descubrir cómo comerciaban antiguamente desde sus barcas, los vendedores de fruta y artesanía. En Damnoen Saduak, hay tantos vendedores en barca que se mire donde se mire, hay siempre una estampa preciosa de postal que captar con la cámara y llevarnos un recuerdo de la Tailandia más auténtica.
Se puede llegar allí en autobús público desde la terminal de autobuses del sur de Bangkok (Southern Bus Terminal) en poco menos de 2 horas. Aunque si solo deseas visitar el mercado flotante en un día y volver a la capital del país de Siam a pasar la noche, lo mejor es contratar una excursión con furgón en cualquiera de las agencias de viajes que repartidas por Khao San rd.
Estos tours con furgón son mucho más rápidos y efectivos por un precio solo ligeramente superior a la de autobuses públicos, y conducen al viajero directamente al mercadillo sin evitar confusiones o posibles pérdidas. Llegar temprano es la mejor manera de asegurar unas buenas instantáneas y sobre todo en temporada baja, ya que la afluencia de turistas es menor.
Una vez llegados al mercado flotante, hay 2 formas de ver sus canales repletos de vendedores, a pie por sus muelles y embarcaderos cargados de encanto o desde el agua con una barca que recorre todas sus zonas. Nosotros recomendamos las 2, primero en barca, ya que hay menos turistas y es desde donde se obtiene mejor perspectiva del mercadillo y después cunado ya empieza a estar lleno de gente y los atascos fluviales son frecuentes, continuar nuestra visita a andando por sus alrededores, que es cundo mejor se puede explorar la red de puentes que cruza el agua y conecta encantadoras casa aisladas con tierra firme.
La excursión en barca suele costar 300 thb por persona y dedican una hora a pasear tranquilamente por el cauce de sus canales. Las embarcaciones suelen rozarse unas con las otras, por lo que nunca saquéis las manos o brazos de ella. Durante todo el viaje, los vendedores de bebidas y fruta ofrecen a los clientes sus productos para aguantar el calor, y a medida que se acerca el mediodía, platos realizados allí mismos para poder disfrutar de un humeante plato de “noddels” sin bajar de la balsa de madera.
Recorriendo a pie el mercado flotante
El recorrido a pie ya es más relajado mientras no subimos por el entramado de puentes y zonas de las compuertas de control del nivel del agua, todo descubriendo las áreas más apartadas y donde en el recorrido en barca no hemos podido llegar. Andando encontraremos las casas donde vive esta gente que nos acogerán con una sonrisa y estarán encantados de que exploremos ese lugar sin solamente quedarnos con la imagen de la zona más turística.
Los monjes budistas también se acercan al mercadillo desde sus templos de buena hora de la mañana para solicitar sus limosnas que los ciudadanos tailandeses de buena gana ofrecen a cambio de una bendición y un poco más de suerte en sus vidas y negocios flotantes.
La mayoría de tours privados que realizan esta visita, dejan a los visitantes en un embarcadero más accesible y apartado del mercado, donde los acercan con canoa hasta el centro del mismo, este trayecto normalmente con el coste incluido en el mismo precio de la visita, es una oportunidad de fotografiar también los alrededores de la zona mientras observamos sus ciudadanos realizando su vida cotidiana en las casas que colindan con los canales.
Una estampa que deja instantáneas inolvidables.
Este mercadillo se disfruta mucho más cuando la afluencia de gente es más baja, y es un lugar ideal para realizar nuestras compras en artesanía local y degustar las frutas y platos típicos del centro de Tailandia mientras navegamos por sus canales. Las compras suelen salir mejor de precio en las tiendas más apartadas y menos frecuentadas por los visitantes, eso sí después de regatear y probar nuestra habilidad para obtener un buen precio mientras aguantamos una sonrisa en nuestra cara.
Los tailandeses son gente amable a la que les encanta hacer negocio como a todo el mundo, pero siempre con buenos modales y sin olvidar que lo más importante es gozar de nuestra visita y no de sacar una pieza de artesanía a coste de fábrica. Con estos cuatro consejos podréis tener una visita al mercado de Damnoen Saduak increíble.